Se presentaron tres experiencias, muy interesantes, de profesores de diferentes centros educativos que utilizan blogs y webs para elaborar proyectos de éxito con sus alumnos.
Como ya comentábamos nosotros en la reunión de padres de ESO y Bachillerato del pasado día 20 de septiembre, las Tecnologías de la Información y la Comunicación están presentes permanentemente en la vida diaria de nuestros hijos y alumnos, y debemos hacer un esfuerzo por integrarlas en las clases, no sólo porque así los chavales se implican más en la tarea, sino también porque en su futuro laboral van a emplear necesariamente estas herramientas, las que ya hay hoy y las que vendrán mañana.
En un principio, hemos seguido los conceptos de Marc Prensky:
- Nativos digitales: los chicos, los alumnos, han nacido en la era digital y tienen una inmensa capacidad para aprender, casi de forma intuitiva, a manejar las TIC.
- Inmigrantes digitales: los más veteranos, los padres y los profesores, hemos llegado a la era digital y hemos tenido que aprender a utilizar estas herramientas a base de sofocones.
Pero en esta reunión de Escuelas Católicas, Juan Núñez-Colás, pedagogo y director de OTB Innova, nos trajo, a modo de anécdota, un nuevo concepto que resulta bastante revelador: todos somos peregrinos digitales. Esto es: todos estamos en el camino, unos habrán llegado ya a Santiago y han recibido la Compostelana, y otros van todavía por Roncesvalles; unos llevan una mochila ligera, de poco peso, pero con lo imprescindible, y otros llenaron la mochila de cosas inútiles que van dejando por el camino; unos detienen la caminata y se paran de vez en cuando para contemplar el paisaje; otros buscan buena compañía para hacer el camino (para contarse cosas, para cruzar impresiones, compartir risas y llantos); unos se adentran en el bosque de la red, y otros prefieren circular por caminos bien señalizados; están los que descansan en albergues y comparten los sueños con los caminantes vecinos, y quienes tienden el saco en los soportales de las ermitas de paso; unos van a pie, otros en bici, a caballo...
Pero por regla general todos hemos empezado con algún peregrino amigo, con el que compartimos la experiencia, que se apuntó a repetir el trayecto para ir con nosotros; que nos aconseja, que nos ayuda a desafiar las inclemencias; que nos indica dónde podemos lavar la ropa y dónde están los tendederos para secar las toallas; que nos enseña a desinfectar las heridas de los pies.
Y los niños que inician el camino digital, requieren también ese maestro, porque aunque tienen una destreza especial y aprenden intuitivamente, sí necesitan quien les enseñe a discernir la información, a hacer un uso responsable de las herramientas, y a entenderlas como instrumentos de trabajo. Así que todos, niños, padres y maestros, cuando nos crucemos por los pasillos, levantaremos el bastón y nos desearemos "¡¡BUEN CAMINO!!".