Generalmente confiamos más en aquellos educadores que no dudan en someternos a aquellas tensiones convenientes para nuestra formación, porque el esfuerzo es esencial en cualquier aprendizaje. El poeta francés Guillaume Apollinaire (1880-1918) lo expresaba así:
- Acercaos al borde-, les dijo. - Tenemos miedo-, respondieron. - Acercaos al borde-, les dijo. Se acercaron. Él les empujó... y salieron volando.